El
grave problema de la despoblación
de la España interior ha llevado a unirse a Soria, Teruel
y Cuenca en la Red de Áreas
Escasamente Pobladas del Sur de Europa para demandar fondos europeos que
ayuden a evitar la muerte del mundo rural. El desierto
demográfico
avanza en España
sin
parar, como muestran
los datos del Instituto Nacional de Estadística, afectando a 22
provincias de España. El 94% de los municipios sorianos están en riesgo extremo
de desaparición, en Zamora es el
93% de los municipios los que van a desaparecer, datos casi idénticos a las
provincias de Burgos,
Ávila, Salamanca
y Teruel. En Palencia, Guadalajara y Segovia la
tasa de riesgo de extinción demográfica es del 90%. Es un problema urgente y
grave.
Para
denunciar esta situación y ofrecer soluciones,
el periodista y escritor palentino Julio
César Izquierdo, acaba de publicar el libro Castilla,
ancha y eterna. Mundo rural: pocos, pero con
ganas en
M.A.R.
Editor.
Castilla,
ancha y eterna. Mundo rural: pocos, pero con ganas es un
libro de amor a Castilla y la historia de un drama: la temida muerte del mundo
rural. Julio César Izquierdo pone
de manifiesto la realidad de los pueblos de su tierra, la Castilla grande que
vertebró España, pero que se puede aplicar por igual a otros territorios del
país. Es la historia de las vivencias de la gente, y al mismo tiempo un aviso
sobre un futuro sin campo. Y lo hace desde el conocimiento directo,
involucrándose de lleno en las cuestiones que tienen que ver con el desarrollo
rural, el sostenible, el turístico, el etnográfico y el propio del paisaje y el
paisanaje. El autor critica los proyectos y políticas erróneas aplicadas para
con los moradores del último paraíso que queda en España: el de los pequeños
municipios. Pero no se queda en el victimismo: propone ideas, soluciones,
aportando sugerencias “desde dentro”.
Sobre el grave problema que describe en su libro afirma Julio
César Izquierdo:
“Tan significativo es el título del
libro, como el subtítulo. Porque cada vez es más cierto lo de que somos muy
pocos, pero con ganas. Es un libro de historias, de reflexiones, con un
vocabulario muy del terreno, muy castellano. Cada palabra dice lo que quiere
decir. A ver si así, entienden mejor la problemática de la España Interior.
Nosotros sufrimos la despoblación, pero Madrid, Barcelona, Bilbao, sufren de
superpoblación, y eso es malísimo para los ciudadanos y para el Estado. Si no
hay población en el campo ¿Quién lo cuidará para que no hayas esos terribles
incendios que se producen más cada
verano por el abandono de las
tierras?”.
Para Julio
César Izquierdo
no es un problema cuyas soluciones
puedan dar desde un centro de reuniones de la Comisión Europea: “No se pueden crear
pueblos a la carta, al gusto de
los que no conocen la realidad rural. Hay que construir y fomentar hablando con
los que están. Escuchar su voz es importante. Nadie sobra. La suma tiene que ver
con la resistencia. Sin una ley de
discriminación positiva hacia el medio rural no hay nada que hacer.
Si los pueblos mueren, las ciudades también lo pagarán, porque son los pueblos los que dan de comer a las
ciudades, quienes reciben a los
urbanitas que huyen los fines de semana buscando aire
puro”.
Una de las denuncias de Julio
César Izquierdo
es la absoluta falta de inversiones en tecnologías de la
comunicación en el mundo rural: “Estamos abandonados en el Era
digital. Es una brecha tan profunda que su herida tardará en cicatrizar. Porque
son muchos los lugares donde Internet o la telefonía móvil llegan mal o no llegan.
¿Cómo quieren que vengan empresas a instalarse en el campo si no pueden
conectarse a Internet? El Estado central deba actuar de forma urgente. Las
empresas que pueden deslocalizarse vendrán a Castilla, a Aragón, a La Mancha, donde el terreno es mucho más
barato, si pueden conectarse por Internet con
calidad”.
Para el autor, los políticos del Estado son responsables por inacción: “Tengo la
sensación de que se olvidan del principal recurso: la gente. Se
ha dejado lo rural para las vacaciones, para los bullicios ficticios. Serán los
sonidos propios de los New Parques
Rurales, con personajes ataviados a la clásica, alimentando
estereotipos. Con su pulsera de todo incluido. El urbanita va a la chorizada
todo gratis de las fiestas del pueblo, se bebe el vino, y se marcha. Quedan
limpiando los del pueblo. Hay que dotar de vida los pueblos para que el urbanita
pueda venir.
Mujeres y niños para asentar población: “Leo que se ha cerrado el colegio de
Tolva porque quedan tres niños, que cerró la escuela de San Mateo, cerró la
escuela de Matamala, en Castilla y León cerraron más de diez escuelas el pasado
año. País que cierra escuelas, muere. Hay que
favorecer que las familias, las mujeres, vuelvan al entorno rural, lo
cual aporta niños y vida futura. Son las mujeres las que asientan la población.
El Estado debe dar las condiciones para que las familias, los niños, tengan
colegios, médicos… todo lo demás son lemas
electorales”.
El libro Castilla,
ancha y eterna. Mundo rural: pocos, pero con
ganas en
M.A.R.
Editor, reciente mente presentado en la Feria del Libro de Palencia, es una
apuesta, con soluciones, para un futuro respetuoso con lo
rural.