miércoles, 15 de diciembre de 2021

Entrevista a Luis Barberá: “Los omeyas formaron el imperio más grande que nunca existiera hasta aquel momento”

 


P.- ¿Qué personaje o personajes, son los más importantes de tu novela “Omeyas”?

R.- El personaje principal es el príncipe omeya Abd al-Rhaman y a continuación, su padre, Mu´awiya, uno de los hijos del Califa Omeya, Hisham ibn Abd al-Malik.


P.-¿En Omeyas, vamos a tener nuevas revelaciones que sean desconocidas para el común de los lectores?
R.- Por supuesto que las hay, porque debemos separar la leyenda de la verdad histórica, pero debes permitirme que no las haga públicas en aras del futuro lector.


P.- En Omeyas, sorprende que hagas aparecer a personajes vikingos. ¿Cuál ha sido la causa?
R.- Aunque históricamente aparece la primera incursión vikinga de importancia a finales del setecientos, con seguridad debieron acometer antes, aquellos otros ataques de playa, que los mayus o lordomani, denominaban “strandhoggs”, que yo describo en mi novela.

 

P.- También aparece el pueblo “garamante”, ¿qué nos puedes decir de ellos?
R.- Los garamantes se merecían aparecer en esta novela. Todos reconocemos a los beduinos y a los bereberes, e incluso al pueblo targuí o tuareg, como pueblos que tienen relación con la enorme extensión de As-Shara al Kubra, pero en el primer caso se trata de comerciantes de caravanas que recorrían unas rutas comerciales y en el segundo, un pueblo nómada aunque habitante del desierto; pero los garamantes (hoy, un pueblo olvidado), eran los verdaderos “dueños” del desierto. Los que aprendieron a domeñarlo; capaces de vivir sedentariamente al extraer el agua fósil existente debajo de las arenas para regar y cultivar. Ellos fueron los verdaderos dueños de As-Shara al Kubra (Sahara).

 

P.-Parece que el desierto del Sahara tienen una cierta preeminencia en ti.
R.- Tienes razón. En la zona donde yo resido estamos acostumbrados a las constantes lluvias de barro e incluso a episodios de lluvia seca, pero no nos paramos a pensar en que ese polvo que arrastra el viento, proviene del Sahara, una extensión de terreno tan grande como China o los mismos EE.UU. Tener ese desierto tan relativamente cerca lo considero algo excepcional.

 

P.-Nos sorprendes al final de la novela, con la irrupción de un Rey Astur, Fruela I “el Cruel”. ¿Es una reminiscencia de tu primera novela El Visigodo?
R.- Sí, Omeyas puede leerse como una continuación de El Visigodo o de manera independiente, pero es verdad que al principio de “Omeyas”, aparecen dos personajes relevantes del primer libro. Al rey Fruela, se le podría considerar como una continuación de la dinastía astur, eje central de El Visigodo. Mi idea inicial no era hacer una saga, si no dar a conocer una parte ínfima pero para mí, muy interesante, de nuestra historia.

 

P.-Y por último, ¿qué nos tienes que decir a quienes nos gusta leer novelas de trama histórica?
R.- Hay diferentes clases de novelas históricas; las que tratan solo sobre hechos verídicos, las que son completamente de ficción y las que mezclan historia real e inventada. Yo utilizo normalmente esta última fórmula, pero quiero dejar claro a los lectores que la “Historia” a la que la mayoría cataloga como algo imperturbable e inamovible, es una materia en constante movimiento. Igual que las realidades geográficas pueden llegar a modificarse, a la historia le ocurre lo mismo en cuanto a que nuevos descubrimientos pueden modificar conocimientos previamente aceptados. En mi caso, solo pretendo que el lector pase un rato ameno y que al final sepa algo más sobre la espeluznante y a la vez maravillosa.

Omeyas, de Luis Barberá, novela ganadora del Premio Alexandre Dumas

 

Colección NARRATIVA nº 109
ISBN: 978-84-17433-46-8 • 336 páginas • PVP: 18,95 €
<<<COMPRAR>>>


Año 731, las huestes musulmanas controlan la mayoría del territorio de la península ibérica. El poder omnímodo de los Omeyas se hace sentir en su inmenso imperio. Pero al igual que los hombres, los imperios decaen y mueren. Terribles acontecimientos acabarán con una casta que ha dominado un imperio durante cien años.
            Omeyas es la historia de Abderramán I, primer emir independiente de Córdoba, y de las gentes que vivieron tiempos de penurias y de guerras, de razias internas entre su propio pueblo. Parte de la historia narrada corresponde a vikingos que llegan por mar a hacer la guerra o a los abasíes. Es la historia de la dominación del territorio ibérico, sin visiones poéticas ni ensoñaciones, más apegada a la cruel realidad.
            Al igual que los hombres, los imperios decaer y mueren y el de los omeyas no es una excepción. La vida de muchos omeyas, ya sean jóvenes o ancianos, mujeres o niños, será segada sin piedad. En esta novela el lector se mete en la piel de personajes principales de aquellas historias, formando parte de las peripecias y de las pesadillas que estos sufrirán en el devenir de la narración. Es la historia de Abd al-Rahman ibn Mu´awiya ibn Hisham ibn Abd al-Málik, más conocido como Abderramán I, único superviviente omeya que acabará volviendo a detentar el mando de un emirato, sin atreverse a formalizarlo como califato con tal de no tentar a la suerte. Es el reencuentro con parte de la historia de la península ibérica, un tiempo magnificado, idealizado, que Luis Barberá intenta ajustar a la realidad. 


Luis Barberá

 (Monóvar, Alicante, 1959).

Tras sus estudios, ingresó muy joven en el ejército, que como él afirma: “era la única forma que podía permitirme viajar y conocer mundo en aquella época”. Posteriormente decidió dar un cambio radical y optó por el sector financiero, donde llegó a ocupar diversos cargos directivos.
Colaborador de la Universidad Miguel Hernández de Elche en su Observatorio Ocupacional y ha participado durante muchos años en actividades literarias organizadas por la Casa Museo Azorín de Monóvar. Apasionado de la naturaleza, fue coautor de una Ruta Medioambiental. Actualmente es el responsable de la Sección de Economía y Finanzas en un medio digital y escribe como articulista para diversas publicaciones. Asimismo, ha participado en diversas antologías.
Publicó su exitosa novela El Visigodo y es el reciente ganador del VIII Premio Internacional Alexandre Dumas de Novela Histórica, de M.A.R Editor, con su obra Omeyas.

martes, 27 de abril de 2021

Entrevista a Jesús Salviejo por "Chankoro"

 


Pregunta.- ¿Cómo te hiciste escritor?
R.- Creo que el escritor, en el fondo, es un personaje que sale en novelas que escriben otros, que un buen día comienza a escribir la suya. Cuando revisitas tu memoria siempre construyes un puente que se apoya en varios personajes fundamentales. En mi caso, además de mis padres y su memoria —sus historias de infancia como niños de la guerra fueron mi primera enciclopedia—, uno de esos pilares fue mi abuelo Vicente, mi primer maestro, que me enseñó a leer y a escribir con sus viejas novelas de Víctor Hugo. Después varios maestros y maestras, en especial mi profesora Rosa Alcubilla, de literatura, una mujer fantástica; mi mejor profesora de guion en la Escuela Internacional de Cine de Cuba, la brasileña Renata Pallotini, extraordinaria. La dramaturga cubana Laura Jubrías también. Sobre todo, mi compañera de viaje vital, Lola, que es mi corazón, mi testigo y mi ojo alerta… Al final, si uno se detiene a pensarlo un poquito, todos ellos me han llevado siempre por un camino de doble vía: la escritura y la enseñanza. Actualmente trabajo con grupos de educación de personas adultas, y mis alumnas son igualmente mis maestras, un vivero de enseñanzas e historias increíbles.

P.- ¿Cuál fue tu primera obra?

R.- La primera la perdí con mi primer ordenador. Se rompió el disco duro. Fue un desastre. A cambio descubrí lo importante que es escribir también a mano y hacer copias de seguridad. La primera publicada, además de algún cuento previo, fue El Canal de castilla: la catedral del agua, en colaboración con Miguel Martín. Pero la que yo reconozco como primera obra fue No sorprende la lluvia, basada en los recuerdos de mis padres durante la posguerra y en mi propia memoria durante mi estancia en Cuba. Después vino Un asunto de sombras, con la que quedé finalista en el premio de literatura de la Villa de Urueña y ahora Chankoro.


P.- Chankoro: ¿por qué este título?
R.- Estaba ya en el proceso de escritura de la novela, cuando, mientras me documentaba, leí una obra que me impacto enormemente: La violación de Nanking, de Iris Chang. Me encontré con esta palabra y el contraste entre la falta de referencias que me indicasen su significado y el secreto que se escondía detrás me cautivó. Espero que les suceda lo mismo a los lectores.



P.- ¿Cuál fue el origen de la historia?
R.- Un encuentro sorprendente en las cercanías del Tajo durante mi primer viaje a Lisboa. Es muy curioso el modo que tiene de funcionar nuestra memoria, esa especie de patch work vital que es capaz de crear diseños sorprendentes a partir de retales de los más diversos tejidos. Aquel suceso, fortuito, despertó algunos recuerdos de mi infancia vallisoletana junto al Pisuerga y, a partir de ahí, se fue cosiendo la narración, los personajes y su vestuario.


P.-¿Cómo fue el proceso?
R.- La imagen de ese encuentro estuvo dando vueltas en mi cabeza mucho tiempo, como si no quisiera dejar de interpelarme, pero la aparté para poder escribir Un asunto de sombras. Poco a poco, esa imagen, se fue trenzando, creciendo, con lecturas de autores como Juan Cruz, Emilio Lledó, Rudyard Kipling, Julio Verne, Antonio Tabuchi, Lidia Jorge, Yōko Ogawa … Fue un proceso de lluvia fina que permitió que aflorara una memoria personal que no visitaba desde hacía mucho tiempo. De alguna manera la literatura siempre es un diálogo con la memoria, la propia y la ajena. Y de ese proceso que es gozoso pero arduo, nació Chankoro. Y mi admiración por nuestro país hermano del oeste y su Revolución de abril hicieron el resto


P.-¿Quiénes son tus referentes literarios?
R.- Todos. Mira todos los que he dicho antes y todos aquellos que no recuerdo ahora pero que flotan, seguro, en mi inconsciente y han hecho su magia para enseñarme. Cuando escribes se sienta junto a ti toda la literatura que has leído, te susurra al oído, te empuja a leer más, no solo para documentarte, sino porque te hace derivar hacia otras latitudes. Escribir es descubrir. Es apasionante porque tiene algo de naufragio controlado y siempre hay un libro, un poema, una canción, un personaje al que aferrarse y con el que regresar a tierra, aunque sea a un peñasco desolado como el de Martin, el atormentado o a una isla desierta o llena de piratas como las de Stevenson


P.-¿Estás trabajando en alguna obra nueva?
R.- Sí. Sobre una historia de brujas. Con ella empecé naufragando en Burdeos, justo antes de este gran naufragio que estamos viviendo y del que espero que salgamos pronto. Pero aún no sé hasta que costa me llevará. A las brujas siempre han querido destruirlas, quemarlas. Eran una amenaza, como los libros. Algo bueno tienen que tener y espero descubrirlo.


Todo sobre Chankoro en http://www.mareditor.com/narrativa/Chankoro.html

viernes, 23 de abril de 2021

La revuelta comunera y su relación con "La espada cincel"



La revuelta comunera, cuyo Quinto Centenario celebramos el próximo 23 de abril, tiene mucho que ver con un libro recientemente publicado por M.A.R. Editor, La espada cincel, del palentino Asier Aparicio. La revuelta de los comuneros ha sido abordada durante siglos desde diferentes puntos de vista. Siendo fieles a la Historia, supuso la reacción a las imposiciones externas de un nuevo rey, Carlos I, que parecía dispuesto a regir su herencia lejos de las leyes de su abuela, Isabel de Castilla; más aún, al margen de Juana, su madre, despojada como reina legítima. Todos los estamentos, al menos al principio, estuvieron de acuerdo con el autogobierno frente a las “injerencias extranjeras”.

Es quizá ese halo de “nacionalismo incipiente” lo que llama la atención de los románticos, para quienes (ya desde el punto de vista literario) la revuelta de Padilla, Bravo y Maldonado, héroes con fracaso y muerte incluidas, supuso un magnífico reflejo de sus anhelos: las ansias de libertad frente a un poder despótico superior. De modo que la historia comunera se transformó, en la clásica lucha entre “buenos” y “malos”, entre opresores… y “descabezados”. Nace el mito.


Por desgracia, sabemos que toda revuelta, por razonable que parezca, suele acabar en guerra, y es ahí donde el utópico se convierte en estratega, y puede llegar a justificar la crueldad de sus métodos en aras de sus “buenos principios”. La guerra comunera duró más de un año, y no estuvo exenta de tales extremos.

La espada cincel, del castellano leonés Asier Aparicio, es una novela que habla del trabajo de nuestro genial escultor, Alonso Berruguete, en el Valladolid post-comunero; en concreto, durante el año 1527. Han trascurrido seis años desde el aplastamiento en Villalar, no obstante los restos de la quema todavía humean. En el mismo año y ciudad en que Carlos I asienta su imperio con el nacimiento de su heredero Felipe II, aún pululan los fantasmas de la terrible contienda. Uno de ellos, el trauma desgarrador de un campesino, que inspira al imaginero su turbadora figura del “Sacrificio de Isaac”, para el Retablo de San Benito.

Sin embargo, “La espada cincel” es mucho más. Con ella asistimos a la catarsis artística, a la capacidad curativa de toda disciplina que busca destilar la belleza… incluso en las peores circunstancias. Página a página descubrimos, no solo las aprensiones del escultor, sino también las hondas heridas que la “Guerra de las Comunidades” (lejos del mito) causó a la sociedad castellana. Una lectura más que recomendable para este Quinto Centenario.

http://www.mareditor.com/narrativa/la_espada_cincel.html

“Chankoro”, mujeres que huyen buscando la libertad en el Portugal de los momentos anteriores a la Revolución de los Claveles



Esta es una novela de mujeres que buscan la libertad en un mundo opresivo, una joven, otra mayor, pero ambas necesitadas de libertad para vivir. Stela Soares, una huérfana de la guerra de Mozambique, colonia portuguesa, se embarca en un viaje de exilio que se convertirá en una hazaña extraordinaria cuando su destino se cruce con una superviviente de la masacre de Nanking: la Señora Chan; y con un viejo anticuario judío: el Señor Cohen. Tras este encuentro, la lucha de estos personajes por recuperar sus vidas y reparar sus pasados quedará marcada para siempre por la amistad, empujando a todos los que se encuentran a su alrededor a seguir el mismo camino de libertad.
Ambientada en el Portugal de la antesala de la Revolución de los Claveles –el próximo viernes hará ya 47 años de aquel momento histórico– e invadida por los ecos del imperio colonial portugués que desaparece, Chankoro nos permite recorrer, a nuestro paso por la memoria de sus protagonistas, las playas de Inhambane, los vericuetos de la ciudad universitaria del Nanking o los más ocultos rincones de la Pequeña Viena de Shanghái, el gueto judío más grande de Oriente durante la Segunda Guerra Mundial. Nos sumerge en la atmósfera inconfundible de las calles lisboetas, impregnadas de nostalgia y esperanza, habitadas por un constante latido de resistencia, al mismo tiempo que nos abre una ventana para que asistamos a otra revolución no menos importante, la del interior de sus personajes, que se resisten a sucumbir a la resignación y luchan, con todas sus fuerzas y toda su imaginación, por cambiar sus vidas y transformar su realidad.

Sobre su obra, afirma Salviejo: “Antes de la Revolución de los Claveles habría una necesidad de libertad en el Portugal colonialista que podría quedar perfectamente retratado en dos mujeres, una mayor, y una chica que huye de las colonias portuguesas; y en un judío, tres víctimas de la realidad. El origen de esta novela fue un encuentro sorprendente en las cercanías del Tajo durante mi primer viaje a Lisboa. Es muy curioso el modo que tiene de funcionar nuestra memoria.

Así se fue urdiendo la narración, los personajes femeninos, su destino en una Europa que podía ser la libertad. El título, Chankoro, se debe a una novela sobre mujeres; leí una obra que me impacto enormemente: La violación de Nanking, de Iris Chang. Me encontré con esta palabra y el contraste entre la falta de referencias que me indicasen su significado y el secreto que se escondía detrás me cautivó. Espero que les suceda lo mismo a los lectores”.

Ambientada en el Portugal de la antesala de la Revolución de los Claveles –el próximo viernes hará ya 47 años de aquel momento histórico– e invadida por los ecos del imperio colonial portugués que desaparece, Chankoro nos permite recorrer, a nuestro paso por la memoria de sus protagonistas, las playas de Inhambane, los vericuetos de la ciudad universitaria del Nanking o los más ocultos rincones de la Pequeña Viena de Shanghái, el gueto judío más grande de Oriente durante la Segunda Guerra Mundial. Nos sumerge en la atmósfera inconfundible de las calles lisboetas, impregnadas de nostalgia y esperanza, habitadas por un constante latido de resistencia, al mismo tiempo que nos abre una ventana para que asistamos a otra revolución no menos importante, la del interior de sus personajes, que se resisten a sucumbir a la resignación y luchan, con todas sus fuerzas y toda su imaginación, por cambiar sus vidas y transformar su realidad.

Sobre su obra, afirma Salviejo: “Antes de la Revolución de los Claveles habría una necesidad de libertad en el Portugal colonialista que podría quedar perfectamente retratado en dos mujeres, una mayor, y una chica que huye de las colonias portuguesas; y en un judío, tres víctimas de la realidad. El origen de esta novela fue un encuentro sorprendente en las cercanías del Tajo durante mi primer viaje a Lisboa. Es muy curioso el modo que tiene de funcionar nuestra memoria.

Así se fue urdiendo la narración, los personajes femeninos, su destino en una Europa que podía ser la libertad. El título, Chankoro, se debe a una novela sobre mujeres; leí una obra que me impacto enormemente: La violación de Nanking, de Iris Chang. Me encontré con esta palabra y el contraste entre la falta de referencias que me indicasen su significado y el secreto que se escondía detrás me cautivó. Espero que les suceda lo mismo a los lectores”.

JESÚS SALVIEJO

(Valladolid, 1965).

Licenciado en Filosofía y Letras en la especialidad de Historia de América, cursó talleres de Guión para el Cine y la Televisión en la Escuela Internacional de Cine de San Antonio de los Baños (Cuba). También estudió el Máster en Escritura de Guión Cinematográfico por la Fundación Viridiana y la UAM, y es Especialista en Historia y Estética del Cine por la Universidad de Valladolid. Actualmente trabaja como Técnico en Educación y Cultura en la Diputación de Valladolid. Ha publicado las novelas “No sorprende la lluvia” y “Un asunto de sombras”. Fue finalista del primer premio de Creación Literaria Villa del Libro de Urueña. Es coautor, junto a Miguel Martín de “La catedral del agua. El Canal de Castilla”. Chankoro aparece en la Colección de Narrativa de M.A.R. Editor con el nº 102.

http://www.mareditor.com/narrativa/Chankoro.html